La "sal" de jamón es un recurso estupendo para completar un buen aperitivo. Tiene un sabor intenso a jamón, queda muy crujiente y aporta un color vivo. Sorprende a cualquier comensal a la vista, pero es mejor aun en boca.
Es muy sencillo, solo se necesita jamón serrano y papel sulfurado o papel para horno, fácil de encontrar en cualquier supermercado. Cortamos el jamón lo más fino posible y retiramos toda la grasa. Lo metemos al horno en el modo ventilador (que es el más seco posible). Si vuestro horno no tiene esta opción, podréis hacerlo con la opción de calor arriba. 20 minutos a 220º.
Lo que pretendemos es que el jamón pierda toda su agua y su grasa y quede completamente seco.
Para acabar, lo sacamos del horno y dejamos enfriar un minuto, para después picarlo todo muy fino en un mortero de manera natural.
Cena nochevieja. |
A Fuego Negro. |
que facil y que original! y ademas tiene que estar buenisimo, lo voy a probar, gracias por la idea
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